Atravesé el árbol y me dí de cara con un mundo nuevo, supe que era un nuevo mundo porque, a pesar de que fuera de noche, los colores eran más brillantes, más nuevos, también porque la energía, los ruidos no eran como los que conocía.
Me conecté al plano de las energías, podía sentir a las figuras a mi alrededor perfectamente pero quería hacerme una idea de cómo eran.Cerré los ojos y giré sobre mí misma.Seis.Había seis.Todos menos uno eran más altos y corpulentos que yo.El otro no.La última figura era pequeña y frágil y, mientras que el resto iba más o menos por su cuenta, ella se arrimaba a una roca y se escondía detrás de ella.Decidí que no quería pelear, no porque me superaran en número, sino porque quería saber donde estaba.
-No quiero pelear.-Dejé mis katanas en suelo para reforzar mis palabras, pero nada más hacerlo, un cuchillo arrojadizo pasó rozando mi cabeza.Me enfadé y mi primer impulso fue saltar y coger a la figura pequeña.Pero lo pensé mejor, eso sería lo que haría mi antigua yo, y prefería cambiar.Pero no tanto.
