viernes, 12 de octubre de 2012

Capítulo V

Me fui a su cuarto:Nada.Presa de un ataque de rabia infinita cogí su cama y la lance por los aires ,no contenta con eso ,destrocé la habitación.El estrecho armario se convirtió en astillas gracias a un golpe con una de mis garras (Debo decir que cuando me cabreo sobre manera ,me transformo sin darme cuenta),la mesita de noche salió por la ventana ,haciendo añicos el cristal y la estantería no tuvo mejor suerte ,sin darme cuenta que aún tenía las espadas colgadas a la espalda desvainé ambas y la cercené en dos trozos  ,disgustada porque en la habitación no había más mobiliario paré.Otro error.Empecé a pensar en lo que acababa de hacer y en lo que habían dicho esos dos.Muerta.Muerta.Ella.Mi amiga.Mi única amiga.La persona con la que compartía todo lo que pasaba ,salí de su habitación y me fui a la mía me tumbé en mi cama buscando consuelo pero lo que encontré fue más soledad y ocurrió algo que jamás hice.Lloré.Lloré por todo.Por su muerte.Porque me iba a casar.Porque ella no iba a estar a mi  lado en ese momento.Porque   me iba a casar con un hombre al que no quería.A un hombre al que solo le profesaba un gran asco y miedo.Y en medio de ese mar de lágrimas al que había convertido mi almohada gracias a mi complejo de cántaro tomé una decisión.Me iba.Para siempre.Me recompuse y borré todo rastro de lágrima de mi cara ,me até las espadas a la cintura y no cogí absolutamente nada más.Porque no quería nada de este sitio.Porque no quería recordar este momento de debilidad.Porque no quería nada del que hasta hora fue mi hogar.Miré por la ventana:Aún era de noche el momento perfecto, estaba abriendo la ventana cuando me di cuenta de que después qué iba a hacer.Me reí amargamente.¿Que qué iba a hacer?¡ Arregla merlas sola como siempre!Solo tenía que tomármelo como una misión más.Simple.Ocultarse.Trabajar en el mercado negro.No dar nombres.Y cambiar de ciudad cuando pueda.Me hice más pequeña (La ventana de mi cuarto no es que fuera precisamente grande), cuando llegué a medir unos 17 cm ,me encaramé al alféizar de la ventana ,la abrí y miré al exterior.Aún era de noche ,algo que estaba a mí favor.